Tras 7 años de arduo trabajo e inquebrantable compromiso con la comunidad de Ayacucho, es momento de decir adiós. Desde El Ojo de Ayacucho, queremos expresar nuestro profundo agradecimiento por el apoyo y la confianza brindada durante todo este tiempo.
Durante estos años, hemos sido testigos de los momentos más difíciles y desafiantes para nuestra comunidad. Hemos compartido información, hemos informado y hemos sido un puente de comunicación en tiempos de crisis y alegrías. Sin embargo, hoy, con un nudo en la garganta pero con el corazón lleno de gratitud, anunciamos el cierre de nuestra querida web, que hemos construido con tanto amor y dedicación desde el año 2017.
Este cierre no es un punto final, sino más bien un nuevo comienzo. Por motivos personales y profesionales, hemos tomado la difícil decisión de dar por terminado este capítulo de El Ojo de Ayacucho. Pero, como dice el refrán, cuando se cierra una puerta, se abren muchas más. Nos alegra anunciar que se vienen nuevos proyectos, nuevas oportunidades de crecimiento personal que requieren nuestra dedicación exclusiva.
Queremos reconocer y agradecer a cada uno de ustedes que nos han acompañado en este camino. A nuestros lectores, seguidores, colaboradores y amigos: gracias por confiar en nosotros, por apoyarnos y por ser parte de esta hermosa comunidad que hemos construido juntos.
Aunque cerramos esta etapa, queremos dejar en claro que nuestro compromiso con Ayacucho y su gente sigue intacto. Seguiremos informando, defendiendo y trabajando por el bienestar de nuestra comunidad, aunque sea desde otro lugar.
Por ahora, no tenemos mucho más que decir, solo expresar nuestro más sincero agradecimiento y enviar un cálido abrazo a cada uno de ustedes. Nos vemos pronto en nuevos horizontes y nuevos desafíos. ¡Hasta pronto!
Con gratitud,
Joel Mutti Director de El Ojo de Ayacucho
